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¿Cómo memorizar un texto (muy) rápido?

Blanca Palacios
Orientadora

«Memorizar no es lo mismo que aprender, pero es más sencillo si logramos una mayor capacidad de almacenar información. Eso puede entrenarse con técnicas y concentración que podemos ensayar en muchas ocasiones y que nos permitirán una ventaja de cara a afrontar pruebas selectivas.»

Blanca Palacios
Orientadora

«Memorizar no es lo mismo que aprender, pero es más sencillo si logramos una mayor capacidad de almacenar información. Eso puede entrenarse con técnicas y concentración que podemos ensayar en muchas ocasiones y que nos permitirán una ventaja de cara a afrontar pruebas selectivas.»

Si eres estudiante, sobre todo si compaginas tus estudios con otras actividades, te habrás dado cuenta de cuánto tiempo pasas memorizando textos. La memorización es una parte esencial del aprendizaje y algo que a unos se les da mejor que a otros. Está claro que, a la hora de prepararse para exámenes importantes como pueden ser la Selectividad y las Pruebas de Competencia Específica (PCE), que permiten el acceso a las universidades españolas, ahorrar tiempo en la parte dedicada a la retención de datos y frases te permite dedicarlo a otras tareas del estudio no menos importantes para asegurarte el éxito.

Hoy te explicamos cómo memorizar un texto rápido tanto si preparas un examen de acceso a la universidad como si vas a cursar tus estudios universitarios en tu país, pero deseas dejar abierta la opción de continuarlos en el extranjero.

¿Cómo memorizar un texto rápido y de forma fácil?

Vamos a partir de la base de que no eres una persona con una memoria prodigiosa. Incluso hemos pensado en los estudiantes que os quedáis en blanco el día del examen a causa de la ansiedad. A ambos grupos de estudiantes se os hace especialmente duro y tedioso eso de memorizar las lecciones o las fórmulas, ¿verdad?

Tal vez sea así porque en las escuelas no suelen invertir tiempo ni esfuerzo en enseñar a memorizar de manera efectiva. La repetición una y otra vez de un texto termina por funcionar si buscamos recordarlo sí, pero ¿cuánto demora? Demasiado.

Combinando diferentes técnicas de estudio con una buena planificación del calendario escolar, un poco de mnemotecnia y algunos trucos, tus horas de estudio serán mucho más eficaces y lograrás retener sin esfuerzo una mayor cantidad de datos.

Cómo memorizar un texto rápido

¿Cómo entrenar la memoria?

Piensa en la memoria como en un músculo que puedes entrenar. Aunque el cerebro no esté compuesto de fibras musculares, sí se puede entrenar para realizar tareas nuevas y para que haga lo que necesitamos en el día a día de manera más efectiva. En tu caso, como estudiante, retener todo lo que necesitas para preparar un examen, prestando atención a la curva del olvido.

Es decir, de poco sirve memorizar textos con rapidez si los olvidas en 48 horas. Necesitas un plan a largo plazo. Por ello, antes de continuar, te invitamos a leer o releer el artículo con 10 consejos para preparar la Selectividad.

Una vez centrados en el camino que hemos de recorrer los próximos meses y en la importancia de llegar a las fechas de los exámenes en buenas condiciones mentales, para evitar esos temidos bloqueos, pasamos a ver una serie de técnicas de memorización que funcionan por sí solas y lo hacen todavía mejor si las combinas.

5 técnicas de memorización que funcionan

1. La comprensión ayuda a la memorización

Hay asignaturas como las matemáticas en las que entender el proceso es clave, pero si comprendes un texto o un poema también te va a resultar más fácil memorizarlo.

Esto implica que debes desterrar de tu mente la idea de ponerte a leer para memorizar sin antes haber hecho una lectura ligera y otra lenta. Con la lectura lenta irás anotando a subrayando detalles importantes, el fin de esta lectura no es hacer un resumen, sino ver si has comprendido bien el mensaje.
Si no has comprendido al completo el texto que tienes frente a ti, repite la lectura lenta una vez más y, en caso de no funcionar, anota qué es lo que no comprendes. Esas dudas te las resolverá tu profesor, quien te ayude con la preparación de los exámenes o, si te preparas tú solo y no puedes optar a tutorías, deberás buscar en otros libros o ver ejemplos ya resueltos.
Aunque te parezca que esto te hace perder tiempo, nada más lejos de la realidad. Recuerda que estamos pensando en pruebas que llevan detrás meses o incluso años de estudio, por lo que nos interesa retener de manera que olvidemos lo menos posible, aunque algún repaso siempre va a ser necesario. ¿Te imaginas tener que dedicar un tercio de tus horas de estudio a repasar cada día? Sería muy frustrante.

2. Técnica Pomodoro

La técnica Pomodoro es una excelente opción para ser más productivo. Consiste en intercalar pequeños descansos de 5 minutos entre sesiones de estudio de 25 o 30 minutos, con una planificación previa.

En cada sesión de estudio corta, sabrás de antemano cuál es la meta que persigues y comienzas con todo el material que necesites ya preparado: calculadora, mapas, papel milimetrado, etcétera.
La preparación de los materiales para la siguiente sesión puedes llevarla a cabo durante los descansos si te encuentras en casa o tienes todo cerca. En cualquier otro caso, deberás llevar todo el material contigo, pero lo irás colocando en la mesa solo antes de la sesión de estudio en la que vayas a utilizarlo. La idea es no saturarse la mente, eliminar distracciones y alejar la ansiedad.

3. División del texto en partes

Así como los libros se dividen en capítulos o temas, los textos largos también necesitan una división que puedes trazar tú. No pretendas leer algo durante cinco horas seguidas, sin pausas, y que se te quede grabado.
Con la primera lectura, la ligera, pretendíamos que tuvieses una toma de contacto con el texto a memorizar. En esa lectura ya habrás visto si existen patrones que se repiten y permiten hacer divisiones en el texto. De no ser así, cosa extraña en las materias preuniversitarias, puedes ir elaborando un pequeño guion en un papel para ayudarte y dividir el texto en fragmentos más manejables, que unirás entre sí gracias a los nexos recogidos en tu pequeño guion.

4. Escribe y subraya, no hagas solo una cosa

Es un error muy frecuente entre estudiantes preuniversitarios. No subrayes lo que creas que debas memorizar, sino aquello que sea importante y puedas recordar con un simple vistazo. En cuanto a la estimulación de la memoria escrita, puedes necesitar elaborar resúmenes con cierto detalle o precisar una reescritura de los apuntes, prueba de menos a más y fíjate en cómo retienes mejor a medio y largo plazo.

5. Ensaya en voz alta

Otra manera de estimular la memoria es asociando varios sentidos, en este caso, la vista y el oído. Puede parecer poco útil, pero al escucharte a ti mismo vas fijando mejor el contenido de las materias, por lo que si es posible lee en voz baja, pero que se oiga.
Por otro lado, al obligarte a recordar algo reciente, ayudas a que el cerebro archive esa información dentro de los datos que no son de usar y tirar, por así decirlo. El ensayo en voz alta a medida que vas aprendiendo y antes de dar por concluida la materia te va a ayudar mucho con la memorización efectiva y a largo plazo de los textos.

Sabemos que has llegado hasta aquí buscando cómo memorizar un texto rápido y que nuestros consejos, a priori, suponen una inversión adicional de tiempo. No es lo mismo retener algo para reproducirlo al momento que hacerlo con vistas a dejarlo almacenado en la memoria durante meses o años, junto con mucha más información que, en la mayoría de los casos, no estaremos utilizando de manera reiterada.

Ten en cuenta todos estos consejos, ya que tenemos mucha experiencia ayudando a estudiantes como tú a enfrentarse a carreras intelectuales de fondo, donde necesitas memoria a medio plazo, aumento de la concentración y gestión de la ansiedad.

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